El tema que he escogido para
plantear este dialogo es el de ahorrar agua
PLANTEAMIENTO:
Me gustaría que este tema se abordase en la
hora de tutoría semanal, ya que en ciencias naturales estamos viendo el agua y
en lengua castellana quiero que trabajen la expresión oral, en forma de dialogo
en gran grupo. Además, les he comentado en clase que estamos por un momento de
sequía, les he explicado lo que es y están muy preocupados. El debate consiste
en aportar ideas para saber cómo podemos ahorrar agua tanto en clase como en
casa.
CURSO ESCOLAR:
El curso con el que lo voy a
trabajar es 4º de primaria, momento en el que los niños tienen entorno a los
9-10 años. Me parece una buena etapa para hacer este tipo de diálogo en gran
grupo porque el niño, según Piaget se encuentra en la etapa de operaciones
concretas y en esta etapa empieza a usar la lógica para llegar a conclusiones
válidas y su estilo de pensamiento deja de ser tan egocéntrico. Por eso creo
que es bueno plantear el problema y crear un diálogo con el gran grupo, ya que
todos deben de ser capaces de hacerlo correctamente y así yo, poder valorar su
comunicación oral.
METODOLOGÍA Y MI MEDIACIÓN
En este diálogo, me gustaría
preparar la clase de manera que las sillas y mesas queden en un semicírculo, de
manera que, a la hora de hablar todos se puedan mirar a la cara y fomentar así
la escucha.
Para empezar con el dialogo una vez hemos
colocado la clase con las sillas formando un semicírculo, les pondré un vídeo
de manera que sirva para motivarles del problema que estamos teniendo
últimamente con el agua en la comunidad de Madrid. https://www.youtube.com/watch?v=i8IGJ5F-Cks
Con este vídeo, pretendo que los niños vean a través de las actuaciones de la
protagonista del vídeo, que ellos también son capaces de poner soluciones a
este problema y que pueden aportar su “granito de arena”. Una vez acabado el
vídeo, les explicaré que entre todos tenemos que pensar algo para mejorar esta
situación tanto en el colegio como en casa. Para ello, les digo que necesito
las ideas de todos y que todas las ideas que se digan las intentaremos usar. Para ello, los niños levantarán la mano
aportando su idea; y después comentaremos esa misma idea dialogando entre
nosotros. Así, iremos viendo todas las ideas que se nos van ocurriendo.
Una vez explicado esto,
seguramente lo tendré que repetir durante nuestro diálogo y algún niño “se lo
salte”, pero lo que pretendo con esto es que los niños piensen antes de hablar
y poder “controlar” el egocentrismo comunicativo y que todos quieran hablar.
El
dialogo lo dividiré en dos partes, de manera que quede organizado para que
todos los niños hablen y puedan pensar diferentes ideas.
La primera parte
consistirá en una ronda de preguntas a modo de pequeña introducción al tema, y
también para motivarles a pensar sobre este tema, sobre cómo pueden mejorar y
piensen sobre como actúan en sus hogares con su familia. De este modo, usare la
función conativa del lenguaje ya que quiero que el peso de la comunicación
recaiga sobre los niños y ellos, pensando y resolviendo las preguntas, se den
cuenta de si lo que están haciendo para ahorrar agua está bien o mal; es decir,
busco una reacción en ellos. Las preguntas podrían ser las siguientes:
-
¿Os
ducháis u os bañáis? Si os ducháis, ¿tenéis siempre el grifo abierto? ¿Creéis
que es bueno tenerlo siempre abierto?
-
¿Cerráis el grifo cuando os laváis los dientes?
-
¿Tiráis muchas cosas al inodoro (aparte del pipi
y el popó) como papeles…? ¿Creéis que eso se debería de hacer?
-
En casa, ¿llenáis la lavadora y el lavavajillas
de ropa y platos antes de ponerlo? ¿Creéis que eso es bueno?
Una vez realizadas estas
preguntas con las respuestas; pasaríamos a la segunda parte de nuestro
dialogo y es en la que los niños proponen ideas para ahorra agua en clase, en
el colegio y en casa. Ellos mismos expondrán sus ideas y durante este momento,
usaré la función fática del lenguaje para asegurarme de que todos los niños
están escuchando y no pierden la atención. Me aseguraré además que, todas las ideas estén comentadas, debatidas y
completadas antes de pasar a otra idea. Esto lo haré haciendo preguntas
relacionadas con esa idea, para que todos los niños las puedan responder y se
les vayan ocurriendo otras cosas que comentar. Pretendo que los niños se respondan
entre ellos preguntándoles si están de acuerdo con lo que han dicho ellos;
hasta que llegado a un punto puedan tener entre ellos un dialogo real. Cuando
la idea este agotada, preguntaré por nuevas ideas.
ACTUACIÓN CON MIS DOS CASOS DE NIÑOS:
-
En el caso del niño “tímido” que tenemos en
clase, intentaría no forzarle a nada, porque no me gustaría que tuviese miedo o
se sintiese que le estoy presionando. En la primera parte de este dialogo le
preguntaría si él se ducha o se baña, si le gusta llenar el lavavajillas en
casa… alguna pregunta fácil de responder en la que cogiese confianza para luego
intentar animarle a que aporte alguna idea. Si veo que no se anima a aportar
ninguna idea, le animaría a opinar sobre la idea de los demás y que me diga que
le parece. Si veo que el alumno ha participado, le felicitaré en privado para
que sienta que no tiene por qué tener miedo de hablar en clase.
-
En cuanto al niño más “revoltoso” mi mediación
con el objeto creo que es suficiente para que sepa controlar sus impulsos.
Cuando acabemos con nuestro diálogo le felicitaré si veo que ha aprendido a
controlarse, a escuchar y a dejar hablar a los demás.
EVALUACIÓN Y AUTOEVALUACIÓN:
En cuanto a mi forma de evaluar
la expresión oral, lo haré utilizando la siguiente rúbrica, basada en los
apuntes de la asignatura; que iré completando mientras se realiza el dialogo
con cada niño.
OBJETIVOS
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COMPLETADA
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EN PROCESO DE COMPLETAR
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OBSERVACIONES
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Pronunciación correcta de las palabras
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Volumen adecuado a la hora de hablar en público
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Postura adecuada hacia el público
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Secuenciación correcta de sus ideas
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Utiliza un vocabulario variado
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Respeta el turno de palabra de sus compañeros
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Participa de forma activa en el dialogo
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Además, me gustaría que los niños
hiciesen una auto evaluación de lo que les ha parecido este dialogo, para ello;
les ofreceré a cada uno de ellos una tabla anónima que deberán de completar.
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SÍ
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NO
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A VECES
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OBSERVACIONES
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He pronunciado bien las palabras durante el
dialogo
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Mi volumen ha sido adecuado: ni demasiado alto ni
demasiado bajo
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Mi postura ha sido adecuada mientras estaba
sentado en la silla
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He respetado el turno de palabra de mis
compañeros
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He participado en el dialogo de forma activa
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He disfrutado y me he sentido cómodo en este
diálogo
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Para acabar con la evaluación les haré una retroalimentación; y para ello iré diciendo a los niños uno a uno de forma pública lo que podrían mejorar y
algo que han hecho bien durante el dialogo; para que sientan una evaluación positiva.
De esta forma los compañeros también lo podrán escuchar y verán que todos
tienen algo que mejorar, pero que también todos han hecho algo bien.
CONCLUSIONES:
Creo que
hablar espontáneamente a estas edades puede ser muy beneficioso para los niños
no sólo para ser buenos oradores, sino también les puede servir a no tener
miedo a hablar en público, aprender a respetar a los demás y saber escuchar.
Esto es tarea nuestra, de los maestros. Por eso debemos saber lo que hacemos y
conocer bien las necesidades que tiene cada niño a la hora de aprender y ser
mejor persona.
REFERENCIAS:
Apuntes de Didáctica de La Lengua
Española, La Salle. Irune Labajo (2019)
Perfecto.
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